jueves, 29 de noviembre de 2012

Pedagogía libertaria




Escuela Moderna
Francisco Ferrer Guardia

Francisco Ferrer Guardia, fue un famoso pedagogo libertario español que creó a principios del s.XX, en Barcelona, lo que se conoció como “La Escuela Moderna”. El objetivo de esta escuela era educar a niños y niñas a partir de la ideología libertaria que pregonaba: “educar a la clase trabajadora de una manera racionalista, secular y no coercitiva”. De hecho, uno de los grandes obstáculos a los que se enfrentó fue el de encontrar maestros adecuados que no tuvieran un pronunciado carácter coercitivo.
La misión de la escuela moderna consistiría en hacer que los niños se conviertan en personas instruidas, justas, verídicas y libres de todo prejuicio.

20 años después, en Inglaterra, nacía la todavía existente Summerhill, una escuela pionera dentro del movimiento de las escuelas democráticas caracterizada por dos principios básicos: la posibilidad de que los alumnos escojan si quieren ir a clase y la dinámica de las asambleas, donde todos participan para decidir las normas de la escuela.
A. Sutherland Neill

Alexander Sutherland Neill, fundó esta escuela con el convencimiento de que “un niño debe vivir su propia vida- no la vida que los padres quieren que viva, no una vida decidida por el educador que se supone que sabe qué es lo mejor para el niño”.

Las características esenciales que diferenciarían las escuelas democráticas o libertarias de las convencionales serían:
Summerhill

-Ausencia de exámenes y calificaciones.
-Asistencia no obligatoria a clases.
-Asambleas como órgano de gestión.
-Ausencia de reprimendas y sermones.
-Trato igualitario entre niños y adultos.

La educación de este centro (Summerhill) entra dentro de la pedagogía libertaria, en la que se pretende liberar al niño de la influencia ejercida por una sociedad enferma que reproduce sus propios miedos y violencia. En esta pedagogía no se marcaría el camino correcto al niño, sino que es necesario que se autodeterminen sin coacción, ni miedos y que escojan la forma de vida que los haga más felices. Y el adulto debe evitar proyectar en los pequeños sus anhelos y frustraciones para conseguir este objetivo.

Y quizás un rasgo importante a destacar antes de terminar es que el sistema de asambleas permite que el gobierno de la escuela sea horizontal, y adultos y niños intervienen y votan con total igualdad para resolver conflictos y decidir leyes. La única elección que se toma en la escuela sin la votación de los niños es la del profesorado que se contrata y sus sueldos.


 


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